miércoles, 8 de julio de 2015

Déjalo en mis manos - VII

Los demonios son seres dominados por muchos vicios. Ninguno es fiable, ya que su único y principal objetivo es complacer todos sus caprichos triviales, para lo cual no temen emplear cualquier tipo de artimaña con tal de lograr complacerse. Ellos sienten una terrible adicción por los espíritus de cualquier tipo, y saben a quienes recurrir para conseguirlos con facilidad. Los demonios andan alrededor de los humanos con la intención de robarles sus almas, pues los ilusos humanos suelen entregar sus espíritus por deseos que los demonios les prometen. Es una equivocación confiar en esas criaturas de alas tenebrosas, ya que suelen ser mentirosos, astutos y traicioneros con tal de arrebatar espíritus a más de un desesperado. 

Los espíritus celestiales también son deseo de los demonios, pero, lamentablemente para ellos, nosotros no somos ilusos. No caemos en sus falsas propuestas, porque simplemente no las necesitamos. No somos unos frágiles humanos estúpidos como para dejar nuestros valiosos espíritus en manos de un demonio hambriento. Los demonios saben que no lograran saciar su hambre si andan detrás de nosotros, es por eso que andan pisándoles los talones a los humanos. No somos tontos, pero... escuché historias sobre demonios que se tragaron espíritus celestiales. Recordar esas historias debió ser lo que me puso tenso...

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